PREPARACIÓN:
Se pelan y limpian las manos de cerdo, dejándolas en remojo toda la noche. Se cuecen en agua salada y, cuando están
tiernas, se las deshuesa, teniendo cuidado de no hacerlas
pedazos.
A continuación se rebozan con una pasta de harina y huevo
o con pan rallado y huevo batido y se fríen en la sartén con
aceite o manteca, teniendo cuidado de taparlas mientras se
fríen porque saltean mucho.