PREPARACIÓN:
Para asar la carne al horno debe cuidarse más que nada el evitar
que se reseque por exceso de calor y falta de jugo.
Una fórmula muy antigua, pero que da por resultado un asado
exquisito, consiste en pinchar con un agudo punzón la carne antes
de atarla.
Salarla luego y después untarla con una capa ligera de
manteca de cerdo, dejándola en la nevera durante toda la noche.
Al día siguiente colocarla en una tartera o fuente de hornear un
pero honda y ponerla a asar a calor moderado, acompañada de tres
o cuatro cucharadas de aceite, tres dientes de ajo, una cebolla mediana cortada a ruedas de 1 centímetro de ancho y un tomate partido por la mitad.
Dejar que se cueza lentamente, dorándose por todos los lados.
Antes de retirar del horno rociarla con una copa de coñac perfumado con una pizca de canela.
Servir la carne ya cortada a lonchas, sobre un lecho de lechuga
o escarola. En fuente aparte se servirán tomates fritos, adornadas
con perejil y ajo trinchado. El jugo de cocción que se procurará que
no mengüe excesivamente se vierte en salsera y se sirve aparte.