INGREDIENTES:
PARA 6 PERSONAS: Medio kilo de sangre de cordero, una hermosa cebolla blanca, tres huevos, tres cucharadas de aceite fino o manteca de cerdo, una cucharada de
perejil picado, sal y pimienta.
PREPARACIÓN:
La sangre se adquiere generalmente cocida. Para que sea
buena tiene que tener muchos ojos, señal ésta de que está
esponjosa. La que es compacta no saldrá buena.
Se pica la sangre muy menuda y también la cebolla, pero
aparte. Esta se pone a freír con aceite o manteca.
Cuando
empieza a dorarse, se añade la sangre, que se rehoga durante
unos minutos sin permitir que se queme la cebolla.
En el momento de servir se añaden los huevos, batidos
poco a poco, removiendo bien el guiso. Ha de quedar jugoso,
lo cual se consigue no dejando que se cuajen demasiado los
huevos (retirando la sartén del fuego cuando aun están algo
líquidos), pues con el calor propio seguirán cociéndose.
Échese en una fuente y repártase por encima el perejil
picado. Sírvase.