Se limpia y se lava el atún, se seca bien y con un cuchillo
puntiagudo se efectúan cinco o seis cortes en la pulpa en los que se
introducirán algunas hojas de ajedrea y albahaca y algunas rodajitas de ajo.
Se
espolvorea el pescado con sal fina y pimienta abundantes, y luego se pasa por
la harina. Se pone al fuego una cazuela que
pueda contener el atún holgadamente, con medio vaso de aceite de oliva, la
cebolla cortada en anillos y un diente de ajo cortado en rodajas finísimas.
Se coloca en ella el pescado y se dora bien por todas partes, dándole vuelta a
menudo a fin de que adquiera un color uniforme.
Tras un cuarto de hora y cuando
se ha dorado bien se le añade la salsa
de tomate disuelta con un cucharón de
agua caliente, se tapa el recipiente y se deja cocer a fuego medio, durante media hora, dándole a menudo la vuelta al
pescado, de manera que quede bien empapado de jugo.
Debe servirse caliente.