Diez o doce sardinas por comensal, cañas, sal, aceite de
oliva, ajo y perejil.
PREPARACIÓN:
Para este plato tradicional de la cocina malagueña, son
indispensables unas cañas largas y finas. Hay que ensartar (espetar) las sardinas
una a una en la caña hasta un máximo de diez piezas (si son menos, mejor).
Hay que atravesar el lomo de la sardina todas por el mismo
lugar con las espina por debajo de la caña.
De no hacerlo así se romperían al
darles la vuelta pues el lomo de la sardina estaría reblandecido y se caerían.
Hay que inclinar unos 30 grados la caña sobre los brasas que
previamente habremos preparado en tierra en una cuna de arena para poder
aguantar y afianzar las cañas.