Ocho filetes de lenguado, 50 g de harina, dos huevos,
una clara de huevo, una cebolla pequeña, un manojo abundante de perejil, un ramito
de albahaca y otro de romero, un pellizco de orégano, sal y pimienta, aceite de
oliva y un limón.
PREPARACIÓN:
Se lavan bien y se
secan los filetes de lenguado y se alinean en una fuente o bandeja uno al lado del otro. Se pica muy finamente la
cebolla, la albahaca, el perejil y las hojitas del romero, se añade el orégano y
con esta mezcla se espolvorean los filetes.
Se riegan con algunas cucharadas de
aceite de oliva y el zumo del limón. Se
salpimentan y se dejan marinar durante una hora.
Mientras tanto, se echan en un
cuenco las yemas de los dos huevos y se añade la sal y la harina mezclando con
cuidado para eliminar los grumos; luego se di luye la composición con algunas
cucharaditas de aceite de oliva, a fin de obtener una pasta bastante fluida.
Aparte se montan las claras y se añaden a la pasta, removiendo con cuidado. En
el momento de freír se quitan los filetes
del adobo, se escurren y se sumergen, uno a uno, en la pasta.
Se pone al fuego
una sartén para fritos, preferiblemente de hierro, con abundante aceite de
oliva (para que los filetes resulten más
crujientes deberán nadar literalmente en él) y cuando empieza a humear, se fríe
el pescado, dejándolo dorar por todos lados.
Se escurre el exceso de aceite de
oliva colocándolo sobre papel secante de
cocina y se sirve acompañado de rodajitas de limón.