1 kilo de potas, un manojo de perejil, un limón, un vaso de aceite
de oliva, tres dientes de ajo, sal, pimienta y tres rebanadas de pan de molde.
PREPARACIÓN:
Se limpian bien las potas, se lavan y se secan con una
servilleta de cocina.
En una sartén se doran los dientes de ajo con el aceite de oliva, y
apenas éste está bien caliente, se añaden las potas.
Se fríen durante algunos minutos
y se les sazona con sal y pimienta; seguidamente se espolvorean con el perejil picado
y se salpican con el zumo de un limón.
Se quitan del aceite de oliva y se ponen en su lugar algunos
cuadraditos de pan de molde dejándolos dorar; luego se colocan las potas y los crostones
en una fuente o bandeja y se sirven bien calientes.