INGREDIENTES
Dificultad **
Un pollo
de, aproximadamente, 1,200 kilo, 400
g de setas frescas (níscalos, por ejemplo), algunas
hojas de salvia, una pequeña «mozzarella» (queso blando italiano de leche de
búfala), 150 g
de un queso blando y cremoso, una copita de coñac o brandy de Jerez, sal,
pimienta, 50 g
de margarina o mantequilla y un cucharón de caldo.
PREPARACIÓN
Limpiar, vaciar, flamear y lavar el pollo.
Apartar la cabeza, las patas y el cuello, y dividir el resto
en ocho pedazos, despojándoos de la piel.
Rascar las setas con un cuchillo afilado, limpiarlas con un
paño húmedo y cortarlas a rajitas.
Poner al fuego una cazuela o cacerola con la margarina o
mantequilla y, en cuanto está espumeante, añadir la salvia y los pedazos de
pollo.
Rehogar bien, sazonar con sal y pimienta y proseguir la
cocción durante cosa de una hora, mojando con un poco de caldo.
Algunos minutos antes de apartarlo del fuego, rociarlo con
el coñac o brandy de Jerez.
Quitar el pollo de la cazuela o cacerola, guardarlo en lugar
caliente y, en su lugar, poner las setas.
Sazonar y dejar cocer a fuego medio o moderado durante
veinte minutos.
Transcurrido este tiempo, añadir los quesos cortados a
cubitos, dejar fundir lentamente, y verter después el jugo sobre el pollo
colocado en una fuente o bandeja.
Servir bien caliente.